Portada de ‘ABC’, 20 de febrero de 2002

Una de las aptitudes imprescindibles del periodista ha de ser la calidad humana. La carencia de esto, encarnada en determinados y destacados miembros de las cúpulas de nuestros medios, es parte importante de la crisis que padece el oficio. Este viernes, en La Mañana, en COPE, programa conducido por Ernesto Sáenz de Buruaga, irónico también este viernes con que los niños andaluces coman al menos tres veces al día, el director de ABC, Bieito Rubido, afirmó que «Eduardo Madina simpatiza más con lo que representa ETA que lo que representa el Partido Popular».

Suscribo la opinión de la compañera Cristina Pardo: «Cuando alguien dice que un político del PSE está más cerca de ETA que del PP, yo me pregunto dónde está el que lo dice». Este corresponsal añadiría que cuando un periodista -y aún más grave en el caso del máximo responsable de un periódico- milita en el odio, bueno es que se disculpe o se marche. Tal afirmación es una golfada. No tiene otro nombre. Esto no va de que Madina sea de un partido u otro, va de que a Madina le voló una pierna una bomba lapa de ETA. Diez meses después falleció su madre a causa de un infarto, según el propio Madina, por el impacto de aquel atentado. Pero a Rubido prioriza que este dirigente es socialista y que apoyó en su día a José Luis Rodríguez Zapatero.

En la imagen vemos cómo abrió ABC, diario en manos de este señor, el 20 de febrero de 2002.

PD. Ya en 2010, y también en ABC, Hermann Tertsch cuestionó a Madina como víctima de ETA «porque tiene fuerzas para insultar al PP». La calidad humana, amigos, la calidad humana.